-LA OLLA.
Me lo ha
contado mi padre.
Tiene 44
años.
Se jugaba en
las plazoletas de los pueblos.
Lo
practicaban como mínimo 8 o 10.
No se
necesitaba ningún material.
Cuatro
personas se colocan haciendo un círculo pequeño en el centro y uno vigilando.
El juego consiste en que los rivales de los laterales tienen que subirse a la
espalda de los que están en el centro y los del centro se ponen erguidos para
que el que se ha subido caiga y toce el suelo y entonces el vigilante lo pille y
cambian de puesto.
Que era un
juego muy popular y muy divertido en el pueblo, se reunían mucha gente.
-A PAVA.
Me lo ha
contado mi padre.
Tiene 44
años.
Se jugaba en
una casa que tuviese balcón y debajo una venta o ventanal.
Lo
practican como mínimo 5.
No se
necesitaba ningún material.
El que se la
queda se pone de espaldas agarrado a una ventana, entonces el primero salta y
se sube a las espaldas y al saltar dice ``pava´´ y el que esta abajo dice salta
y ``calla´´ y todos los demás concursantes tienen que hacerlo mismo. La torre
de niños uno encima de otros al pesar mucho pues se cae y el primero que toce
el suelo se la queda.
Era muy
divertido, normalmente jugaban solamente los chicos.
-LOS
TROMPOS.
Me lo ha
contado mi padre.
Tiene 44
años.
Se jugaba en
los suelos de las calles.
Lo
practicaban como mínimo 4 personas.
Se
necesitaba un trompo con su cuerda.
Se hacía un
círculo en el suelo de 20 o 30 centímetros. Se tiraba el trompo al círculo con
tal habilidad que el trompo se saliera del círculo dando vueltas, porque si no
se salía el siguiente compañero le daba a tu trompo para sacarlo y tenía que
salir el suyo también. Así sucesivamente.
Muchas veces
los trompos se rompían porque le daban muy fuerte con la punta afilada.
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